jueves, 2 de enero de 2020

Gracias 2019!


Si me preguntas que es lo que más marcó este 2019, sin dudas fue el cambio laboral. Y no necesariamente fue lo más significativo, pero sí, sin dudas, fue lo más propio de este 19 que se va. Volver a ejercer la profesión querida fue una posibilidad de reconocer que me encanta gestionar la comunicación de las organizaciones y que- sin falsas modestias- puedo decir que me gusta cómo me sale. Sin dudas, fue un desafío acostumbrarme a nuevos roles, a nuevo equipo, pero al rato ya nadaba como pez en el agua y cada día tengo nuevas cosas en mente. Y por eso para el 2020 quiero crecer en esto, pero no necesariamente hacia arriba. Yo quiero crecer a lo ancho, quiero ser mejor en lo que hago, quiero dejar mi marca y aprender de los demás. Y quiero estudiar, probablemente con un formato autodidacta, pero con método. Lo estoy pensando. 

Soy una persona que cuando pone foco en una cosa, rápidamente pierde el foco en lo demás. Creo que este año perdí algo de mi relación con Amparo que no me gusta nada, me deja un sabor amargo que no está nada bueno. Mi hija ya tiene 10 años, sin dudas está más cerca de un adulto que de un bebé y eso obliga a recomponer el vínculo, a pensarlo de otra manera. A su vez hay algo de su costado social que me preocupa y quisiera que para este 2020 pudiera encontrar la forma de darle herramientas para que ella se sienta más segura de sí misma.

Con Fede tuvimos, creo yo, un buen año, con sus momentos de desencuentro pero que fueron pocos, y eso está bueno, sigue siendo siempre la isla a donde quiero llegar después de cada tormenta. Mi tierra firme. Para el 2020 tenemos plan de colocar una estufa a leña en casa par que los inviernos sean menos duros para nosotros y también planeamos terminar la casa. Eso sería el cierre al alance inicial que tuvo este gran proyecto en nuestras vidas, nuestra casa. Me entusiasma mucho que sigamos apostando a eso. Más que la idea de tener de nuevo albañiles, esta vez acá adentro. Pero bueno, se supone que es poco tiempo.

En estos meses me di cuenta de cómo el tema de la edad me marca y marca muchas de mis conversaciones, especialmente en el ámbito laboral. Si bien estoy más cerca de la jubilación que de la pasantía, creo que objetivamente tengo todavía los mismos años hacia adelante que los que ya anduve en el mundo laboral. Por eso me propongo tratar de cambiarle el foco y dejar de tener ese sentimiento de obsolescencia constante. 

Hace poco leí en un post de un hábito de pensar antes de dormir en qué te había hecho feliz ese día. Me propongo también eso, tratar de parar, aunque sea un minuto la pelota por día y ver qué estoy haciendo con ese tiempo que se va. Soy consciente de que el acelere del día a día tiene que ver también con las cosas que elegimos. No es un castigo divino, yo elegí un trabajo full time que me permite llevar el nivel de vida que tengo, yo elegí vivir a 45 minutos de la ciudad donde trabajo, yo elegí tener una hija. Y valido cada una de esas decisiones. Así que no vale andar quejándose, diciendo no tengo tiempo para nada. Porque la mayoría de las asignaciones de tiempo de cada día son producto de la vida que armé, entonces quiero ser más consciente de cómo me impacta el resultado de esas decisiones. Si estoy siendo feliz, si me hace bien. Si estoy conectada con los demás.

Deseo que mis viejos sigan bien, que la familia de Fede tenga un mejor año del que pasó, poder mantener el vínculo con todos ellos y también con la familia elegida que son los amigos

Que podamos viajar, aunque sea una escapadita, y que también sigamos disfrutando tanto nuestros descansos en casa.

Que el cuerpo acompañe siempre mis ganas de hacer, y que tenga energía para seguir cuidándolo. Este año encontré una buena actividad para hacer y espero poder sostenerla.

En fin, deseo más que nada poder vivir simple, contar con la gente que amo cerca y bien, seguir aprendiendo a ser mamá, mujer y profesional, y poder de vez en cuando mirarme para adentro

Lecturas

Florencia Ferramondo's books

Mil soles espléndidos
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adoré este libro. Me la pasé hablando de él. Tal es así que se lo hice leer a varias personas. Es el primer libro que leo del autor y también de una historia situada en Afganistán. Triste, conmovedor, durísimo pero hermoso. Trenzando his...

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