jueves, 25 de julio de 2024

Mi mirada sobre el XV de Amparo



Cuando amparo dijo que quería festejar su cumple, nos sorprendió. Pero también me alegró. La idea de organizar una fiesta me parecía un desafío interesante, que si bien nunca había hecho, podía salirme bien.

Debo decir que por momentos me apabulló un poco y en otros me puse muy nerviosa, pero en un 95% del tiempo, lo disfruté. Los resultados fueron impecables, y estoy muy contenta. 

Comenzamos un año antes con la reserva del salón y luego fuimos separando los rubros para ir investigando, entrevistando, contratando. 

Aprendimos mucho, nos asesoramos y entendimos que entre tantos opciones de cada cosa había que elegir una que no fuera mala, no necesariamente la mejor. Conocimos gente con mucho oficio en esto, algunos más copados que otros. Recopilé mucha data que ojalá pueda servir a alguien.

Tuvimos momentos lindos y únicos, como el book de fotos o salir con las tías a comprar accesorios y zapatos. También preparar las vinchas e ir compartiendo los preparativos. Me gustó también todo ese ritual, casi disfrazarse, de preparar uñas, pelo, maquillaje, ropa, calzados y accesorios. Un salir de la rutina. Un clima de excepción. 

La fiesta significó mucho para nosotras, pero también para algunos de los invitados, como las amigas más cercanas (que fueron todas de azul) o la familia. Ni hablar de la emoción de los abuelos. 

Mi conclusión fue que valió cada segundo y cada peso. Porque el proceso estuvo genial, nos permitió hacer muchas cosas juntas. Y la fiesta fue hermosa. Disfrutamos mucho, compartimos eso de juntar en una misma circunstancia, en cuerpo y alma a la gente que uno quiere. La hermosa responsabilidad de generar un lindo recuerdo compartido. 


sábado, 6 de julio de 2024

mi mirada sobre los quince de Amparo

 


Había redes. Facebook seguro porque yo subí fotos de embarazada. Pero quizás no las usábamos tanto como ahora, o no todos tenían cuenta por entonces, no me acuerdo.

Yo mandé un mail desde mi Hotmail para anunciar a amigos, familiares y compañeros de trabajo que habías nacido, con 5 fotos adjuntas. Muchos me respondieron y guardé esos mails en una carpetita aparte para atesorarlos.

No quisiste video de recuerdo para tu XV y me quedé con las ganas de hacerlo. Si hasta tenía el guion preparado. Porque me gusta recordar cada uno de los años que nos trajeron hasta acá. Pasa siempre que con cada cumple voy pensando cómo fue el día antes, pegar con las chicas los vinilos de tu cuarto, romper bolsa, ir a internarse. Hago esa cuenta regresiva hasta llegar a las 6 de la mañana donde nos conocimos las caras.

Pero no es solo nacer y luego corte por montaje libre y cumplir XV. Son miles de días, momentos, pero sobre todo me gusta pensarlos como etapas. La maternidad es un aprendizaje constante y cada momento supone un desafío nuevo, pero sobre todo supone también oportunidades diferentes de disfrutar.

¿Qué edad tiene el hijo que uno se imagina antes de tenerlo? ¿Es un bebé que duerme poco? ¿es un deambulador a quien se lleva de la mano para que aprenda a caminar? ¿O a lo sumo es una nena a la que se le hacen trenzas para ir al jardín? (¡ohhh la publicidad y su retórica!).

En mi mente no tenías mucho más que eso. No eras adolescente y me querías publicar en MarketPlace porque te cargo con el rakataka. Tampoco jugabas al vóley y te encantaba, ni te escribías todo el tiempo con tus amigas por todo. Y sin embargo todo eso me encanta y me desafía

En cada etapa se duda y se aprende. Recuerdo ese nudo en la garganta de las primeras semanas, esa emoción constante que me desbordaba, me sobraba el cuerpo que, además, no reconocía como propio. No era ni la de la panza ni la de antes de la panza. Tenía esas ganas de compartirlo todo, y a su vez estábamos las dos solas todo el día, encerradas. Y yo que trataba de poner en palabas lo que después supe que se decía inefable.  

Me maravilló tanto, luego, entender todo lo que tenías por descubrir. Todas las primeras veces que iban a venir. Aun lo que parece más básico e instintivo como comer, hablar o caminar estaba todo por hacerse a tu modo. Y me encantó ayudarte o estar ahí para darte al menos una idea, una guía.

Vinieron instituciones luego: guardería, peloteros, escuela, clases extraescolares. Vinieron tus viajes a Pergamino sin nosotros, tus pijamadas en las casas de otros y me encantó que tu mundo no se llenara nada más que de nosotros dos. Que fuera más amplio, más diverso.

Mucho después vino la pandemia y fue un cambio que atravesó otro cambio y aceleró quizás todo. Dos fuerzas arrolladoras que se superpusieron. Entraste nena y saliste preadolescente. Primero me desorientó todo, pero luego entendí que tenía que volver a aprender. A intentar acompañar distinto, en un rol más de costado, pero el doble de atentos. Aceptar que cada vez te conocemos menos, que hay una parte de vos que se va blindando a nuestra mirada y que a su vez eso es lo que necesitas para poder seguir creciendo. La diversidad ya no es nosotros y el resto del mundo sino al revés. Hay un resto de tu mundo que ya pasa a ser solo tuyo.

Me angustia un poco la adolescencia, ese esfuerzo que se hace a esa edad por encajar, por lograr aceptación, dudar de todo. A veces quiero que pase, que ganes seguridad, que puedas “morir con la tuya”. Pero sé también que cada etapa es necesaria en tu formación, que se necesita desarmar, ser arcilla, para que puedas armarte a tu propia forma.  

Llegará el momento de ir entrando en una vida más adulta que supongo será la de aceptar tus propias decisiones y tus convicciones. También a la larga saber que no siempre vamos a vivir juntos. Ese es el futuro, pero en el hoy:

-         Sos buena alumna, responsable, independiente (eso es lo que me pone más orgullosa) y pese a que te quejes por deporte, creo que te gusta ir a la escuela, a esa escuela.

-         Hace 3 años empezaste vóley y eso me encanta. Aprendiste lo que es un club, hiciste nuevas amigas, cambiaste este año de grupo, que no es fácil el que tocó, y lo diste todo por ser parte, por mejorar.

-         Tenés tus amigas de vóley, de la escuela y del barrio. Me encantan verlas cuando se juntan y se matan de risa. Ojalá siempre tengas amigos con quien contar y reírte. Eso lo siento y pienso desde el día 1.

-         Pasas mucho tiempo con el celu, principalmente viendo reels y con unos jueguitos medio pavotes. Eso me cuesta un montón aceptar. Ya no lees más.

-         Pasas mucho tiempo en tu habitación, pero bajas siempre para las comidas y meriendas y también cada tanto para estar con nosotros o mimar a Licha o Jeri. Pero estás bastante en la tuya, eso lo acepto bastante. La Florencia adolescente se refleja ahí.

-         A veces viajamos solas a Pergamino o Buenos Aires, charlamos ahí bastante, sos buena copiloto.

-         Seguís con guitarra y si bien jamás tocás en casa, te gusta ese espacio.

-         Te preocupa tu pelo, tus uñas y elegir tu ropa, entre las pocas pilchas que tenés. Se vienen toda una serie de cumpleaños de XV con el que empezaremos a nutrir tu guardarropas. Queres ir a Flores, a la calle Avellaneda a comprate cosas.

-         Este año sumaste tu propia cuenta en Mercado Pago y los viajes sola a Roldán. Son pequeños hitos de libertad que vamos midiendo y otorgando. Parte de forjar confianza entre nosotros. Cuesta a veces, pero especialmente por el contexto externo. Tengo plena confianza en vos.

Escribo esto dos días antes de tu cumple, pero porque el sábado son los quince, pero además es el quince, así en singular. Que quiere decir que es la fiesta de tus quince. Fiesta que armamos durante el último año y que por estas horas me tiene muerta de ansiedad. Armamos entre las dos esta celebración, como hemos armado los últimos 10 cumpleaños.

Esta vez, claro, es especialísima. Disfruté mucho el proceso. El book de fotos, el vestido, pensar la decoración, elegir proveedores y salón. No fue fácil, pero lo hiciste fácil. No pediste demasiado, menos quizás de lo que yo hubiese puesto si por mí fuera. Tuviste pocos caprichos, como siempre hasta ahora.

Nada deseo más en el mundo que la recontra disfrutes. Vos principalmente, y también las personas que nos acompañarán ese día. Pero eso es para esta noche, para el quince, para generar ese recuerdo fuerte que nos quedará a todos como hito de la memoria y las fotos.

Y luego para los quince pido para vos mucha diversión, amor propio y cuidado compartido. Que te rodee el afecto y la contención. Que el mundo te desafíe, pero no te asuste. Que tengas ganas, que pongas garra porque casi nada viene dado solo y nosotros estamos aprendiendo a dejar de ser proveedores full time. Que haya redes para vos, no solo las del celu. Redes para apoyarte, para cuidarte y para poder dar saltos. Redes que te permitan reflejarte, que seas parte de tu tribu. Que tengas confianza de equipo para reírte y disfrutar. Que tengas a quien pedir consejo y ayuda, incluso me encantaría que alguna vez seamos nosotros, aunque sé que tal vez no ocurra. No importa. Lo que me importa es que tengas en quién confiar.

Que seas siempre buena gente, de eso no te vas a arrepentir nunca. Estoy convencida.

viernes, 1 de marzo de 2024

Sos tener

la crianza, llevar y traer, estar atenta, que no consuma tanta azúcar, cómo hacer que use menos el celular? la aceptan las amigas? tiene algún jean que le entre? puso la ropa a lavar?

 la pareja, que sostiene, pero hay que sostener también. A él, a nosotros. Cómo está, qué espera, seguramente le estoy fallando, siempre quiere más de lo que doy.

mis viejos, mi mamá que cada vez requiere más de mi papá, mi papá se tensiona, se tensionan entre ellos. Los veo vulnerables cual bebés, perdiendo certezas, tanteando cada día. Siento como algo que se escurre sin poder pararlo ni disfrutarlo mientras dura.

la casa, la cena, las compras, la ropa que siempre queda por doblar, la mugre del piso, los pelos del perro, las cosas que hay tirada, los bichos de la cocina

el cumple de 15, las cosas que faltan definir, cómo saldrá, de qué me estaré olvidando, cómo manejar la ansiedad, cómo no perder la alegría

mi cuerpo, mi premenopausia, las pocas ganas de hacer ejercicio, los granos de la cara, la muela rota que hay que arreglar, los lipomas que habría que sacar, la anemia,

 las finanzas, atender a los gastos, mirar cómo hacer para administrar mejor, poder ahorrar para nuestros proyectos, cuidar el trabajo, tratar de terminar la tesis este año

 lo que me preocupa cual pensamiento rumiante, los riesgos que no corrí, la soledad, los vínculos que se van perdiendo, la dificultad para conectar más con la gente, no aislarse

el país, siempre está el país. Este meme que gobierna, la inflación que no cede, la desocupación a la vuelta de la esquina, todo lo que se va cayendo a pedazos, el bombardeo de información. 

todo va apretando, comprimiendo, ahogando en el pecho. ¿Qué de todo esto se puede aflojar? cómo tomarlo o aceptarlo para ver las posibilidades y no las faltas. Cómo hacer para poder mirar con dron y no solo con lupa. Cuál es el lugar para los sueños, para el deseo.

 la vida de cada día, de cada uno de los días. Sosteniendo cada cosa en equilibrio o no tanto. Pero cómo ver más allá de cada pictograma. qué se está escapando en esta corrida. A dónde estamos yendo, qué estamos determinando.

 

viernes, 29 de diciembre de 2023

Lecturas 2023

Tuve un año muy lector, con algunas pausas pero una buena cosecha. 
 1) Los vencejos, de Fernando Aramburu. ⭐
Narra el día a día de un profesor de instituto que decide poner fin a su vida, un año después. Desde entonces cada noche escribe recuerdos de su vida y sus interacciones con un puñado de personajes que lo rodean, mientras va desarmando su biblioteca y su departamento.
👉  Me gustó tanto Patria, del mismo autor, que cuando una amiga me lo recomendó, le di una oportunidad. Si bien es llevadero e interesante para mi gusto, demasiado largo.
2) Nubosidad Variable, de Carmen Martín Gaite
Centrada en la historia de de dos amigas, de mediana edad, que se reencuentran tras 25 años y repasan su presente a través de cartas (que se envían y que no) Una está infelizmente casada, con 3 hijos adultos. La otra es una psiquiatra de moda, que atiende a la alta sociedad de Madrid, y con una cosecha de relaciones amorosas fallidas. Los capítulos que escribe una y otra se van intercambiando y eso hace que sea más llevadero, porque a veces aburre. Pero te deja pensando sobre cómo es repasar la propia vida y cómo es contársela al otro que quizás te mira desde lo que prometías ser a los 20 y no fuiste o sí.
👉 Me gustó, tampoco me enloqueció. Y me dejó con muchas ganas de escribir y pensando un montón. 
3) Los incomprendidos, de Pedro Simón 
A través de la mirada de Javier (padre de dos hijos, una de ellas adolescente) y de Inés (la "ascolescente" en cuestión) se cuenta la historia de esta familia, lo dicho y lo callado, la forma en que nos vinculamos. Creo que la comunicación familiar es el principal tema del libro. Y cómo también los padres vamos haciendo cosas con tal de que los hijos estén mejor y terminamos siendo incomprendidos hasta por nosotros mismos. 
👉 Muy lindo de leer, aunque no tanto como Los Ingratos, lo disfruté mucho aunque me defraudó el final edulcorado. 
4) Adultos, de Marie Aubert. 
5) Intemperie, de Jesús Carrasco 
Apenas un puñadito de personajes para contar una historia de las que parece que no pasa nada y pasa de todo. Pasan las relaciones humanas de poder, de abuso, de amistad, de odio, de venganza. La miseria humana contada ahí en 200 páginas que me llevaron de las narices, me gustó mucho.  
6) En la tierra somos fugazmente grandiosos, de Ocean Vuong 
Hay unas cuantas historias ahí, bellamente narradas, con un uso poético del lenguaje y las palabras. Un joven que homosexual y descendiente de vietnamitas, que sufre doble discriminación en la escuela; una madre emigrante, víctima de violencia de género, obligada a doblarse la espalda haciendo manicuría y una abuela que padeció la guerra de Vietnam. Pero sobre todo es la relación del hijo con su madre, de todo lo que no se dijeron 
7) La Bajamar,  Aroa Moreno Durán ⭐
"Esta es la historia de tres mujeres, una abuela, una madre, una hija, tres generaciones que se han enfrentado a situaciones muy distintas, afrontando la vida y la maternidad como han podido y sabido. Y en ese camino han habido y hay tantas idas y venidas... Como la fuerza de las mareas su vida y sus relaciones están en continuo movimiento, dejando ver a veces solo lo que hay en la superficie, y dejando en la profundidad secretos, silencios, palabras no dichas, hasta que llega, inevitablemente, la bajamar. Y muestra lo que estaba escondido". 
👉De las 3 historias, la que más me gustó es la de la abuela, y su exilio en Bélgica. Y me quedé con ganas de saber más de la nieta, de qué huye. Pero sin dudas, una novela hermosa. 
8) Las Palabras de la Noche, de Natalia Guinzburg⭐
9) Las Lealtades, de Delphine Vigan 
puff qué libro duro. Arrancamos diciendo que los personajes principales son dos niños, uno de los cuales bebe para evadirse de sus padres separados, atravesando sendas depresiones. Los demás personajes (el amigo, su madre, la maestra) también son gente muy rota, moviéndose entre escombros. 
Había leído el año pasado Las Gratitudes de esta misma autora, que me encantó. Este está muy bien, pero Las gratitudes me gustó más. 
👉Vale la pena pero no es para leer en cualquier momento. 
10) Pobres Corazones, de Melina Torres 
11) Fuera de Lugar, de Martín Kohan 
Un libro un tanto perturbador, distinto pero que me llevó de las narices al mismo tiempo que me espanto.
12) Ceniza en la boca, de Brenda Navarro 
13) Rabia, de Sergio Brizzio 
Es una novela un poco rara, pero me gustó. La historia se centra en José María (obrero de la construcción, con su propia moral) y Rosa (empleada doméstica). Entre ellos se entabla un vínculo sostenido más por la comunicación que por el encuentro. José María se involucra en ciertos casos delictivos que hace que cambie el curso de su relación. 
👉La novela es muy llevadera, casi como ver una peli. Ves la casa donde trabaja Rosa, los personajes, todo (será porque el autor es director de cine?) 
14) Un Hijo, de Alejandro Palomas 
Todavía me pregunto por qué no abandoné este libro. Seguramente porque estaba bastante bien puntuado en Goodreads y yo le quise dar una oportunidad por si tenía un giro inesperado. Pero me aburrió enormemente. Guille es un niño introvertido, fan de Mary Poppins, muy lector, con un padre en crisis, una madre ausente, una profesora intrigada y una psicóloga que intenta armar el puzle que está en el fondo.
👉 para mí, no vale la pena 
15) Quebrada, de Mariana Travacio 
llegué a Mariana Travaccio por una recomendación que hacía Claudia Piñeiro en Twitter y la verdad, que fue un gran hallazgo. Esta historia es nada pero también es un montón. Dice la descripción: Conducidos por una prosa precisa y sobria, acompañaremos a Lina, una mujer que parte en busca del mar y un hijo perdido, desde un paisaje seco y agrietado en donde la vida se ha hecho imposible, hasta unas tierras húmedas y fértiles en las que todo es excesivo. También la locura de los personajes y fantasmas que las habitan. 
👉Me encantó el libro, me encanta esta autora. 
16) La plaza del Diamante, de Mercé Rodoreda
Le pondría 4 y media! había leído este libro hace mucho tiempo y me acordaba que me había gustado pero no de qué iba. Resulta que es la historia de Natalia/La Colometa: mujer catalana que pudo haber sido la abuela de cualquiera, que mediante un monólogo interno cargado de impresiones sensoriales cuenta todo el desasosiego de una vida a la sombra. Rodeada de miseria, de guerra, de hambre, de angustia. Sosteniéndose y sosteniendo a su familia. Buscando su desahogo cuando ya no tiene ese trajinar. 
👉Me encantó
"Y sentí intensamente el paso del tiempo. No el tiempo de las nubes y del sol y de la lluvia ni del paso de las estrellas adorno de la noche, no el tiempo de las primaveras dentro del tiempo de las primaveras, no el tiempo de los otoños dentro del tiempo de los otoños, no el que pone las hojas a las ramas o el que las arranca, no el que riza y desriza y colora a las flores, sino el tiempo dentro de mí, el tiempo que no se ve y nos va amasando. El que rueda y rueda dentro del corazón y le hace rodar con él y nos va cambiando por dentro y por fuera y poco a poco nos va haciendo tal como seremos el último día."
17) La mujer helada, de Annie Ernaux 
El planteo del libro es super interesante pero sinceramente se me hizo tedioso en la lectura. Se me ocurre que si hubiese leído este libro antes de la ola feminista de los últimos 10 años, me hubiese sorprendido mucho más. La parte que más me gustó fue la del final donde "nos brinda un cierre exquisito, en el que diseccionará la mujer en la que se ha convertido: una devota madre, mujer casada y en un ama de casa totalmente sumisa". Es decir, se vuelve una mujer helada. 
👉 Si bien no me la voló, le daré otra oportunidad a la autora 
18) La insoportable levedad del ser, de Milán Kundera. 
Casi todos los años elijo un libro para releer. Cuando falleció Kundera, volví a este que en su momento me había gustado mucho, pero del que no recordaba una palabra. 
Debo decir que lo leí muy entrecortado y eso puede haber tenido impacto en mi disfrute. Son personajes que te exasperan un poco, pero es una gran novela.
👉 No puedo cuestionar un clásico consagrado. 
19) Literatura Infantil, de Alejandro Zambra 
20) La trilogía de Nueva York, de Paul Auster⭐
son tres novelas cortas. La primera (la ciudad de Cristal) es la que más me gustó. Las otras dos no tanto pero de todas maneras es una lectura muy llevadera.
21) Un Caballero en Moscú, de Amor Towles 
Lo leí en vacaciones y fue como un viaje dentro del viaje. Hermosa novela, divinos personajes. El conde Rostov, aristocrático de la rusa zarista es condenado por los bolcheviques a un arresto domiciliario en el Hotel Metropol de Moscú. Pasarán muchos años, muchos personajes, amigos, amores y sobre todo parte de la historia de Rusia, de su literatura, de su política. 
 👉 me encanto! 
22) La noche de la Usina, de Eduardo Sacheri 
Le pondría 3 y media la verdad. Me gusta mucho como fluyen los textos de Sacheri, los leo y veo las escenas, los personajes. A veces me parece que se repite un poco a sí mismo con los personajes marginales, la vida de pueblo, etc. pero es una linda historia que te remonta al 2001 y a mucho de lo que nos tocó pasar en ese momento. Me falta ver la peli. 
 👉 No es el mejor libro del mundo, pero vale la pena
23) Volverse Palestina, de Lina Meruane 
Cuando estalló nuevamente el conflicto en la franja de Gaza entre Hamás e Israel, quise leer un poco más sobre el asunto, no solo cosas periodística. Me recomendaron ver Fauda, pero me cuestan las series. Malena Rey recomendó este libro en este news.  Meruane es una periodista chilena, radicada en Nueva York y descendientes de palestinos. el libro se separa en dos tramos: el primero (que es el que más me gustó desde lo literario) reconstruye su viaje a encontrarse con sus ancestros y descubrir la vida de los palestinos en Israel y Cisjordania. Y luego la segunda parte, ya de regreso a su casa, son una suerte de ensayos de la experiencia, del uso de las palabras, de cómo se mira el conflicto a la distancia.  Me aportó una mirada totalmente diferente del tema, pero me cuesta leer ensayos.
👉 Si te interesa el tema, no lo dudes.
24) Corazón geométrico, de María Luque ⭐
24) Marina, de Carlos Ruiz Zafón. 
Había leído La sombra del Viento de él y me encantó. Cuando arranqué Marina pensaba todo el tiempo que parecía una novela juvenil y cuando lo terminé efectivamente comprobé que era de ese género. No obstante, su lectura me resultó muy llevadera, aunque por momentos medio redundante. 
25) La Mala costumbre, de Alana S Portero 
Ahora estoy leyendo A Lo lejos, de Hernán Díaz, pero ese es larguito así que queda para el 2024. 

Para ver los años anteriores:

2022202120202019,  20182017201620152014 

2023

 * el año que Amparo empezó la secundaria, y le fue muy bien. Se federó en voley, encontró un grupo hermoso de Sub 14, practicó todo el año y se sacó temporada en en club. Siguió con guitarra, ya perdimos la cuenta de los años que lleva en esa

* Viajamos en familia al Sur (Pehuenia y Traful) y también a Chapadmalal.

* Vino Luchi de visita, hicimos juntada en casa (casi la fiesta del reencuentro) y fue genial. Vino Bere y también el pipi dos veces. También vinieron Juane y Juli y volvimos a confirmar cuánto nos justa recibir en casa. 

* con las chicas Perga fuimos un finde a Bs As y ellas vinieron un finde a Rosario. Con las merenderas nos vimos poco y las últimas meriendas fueron un poco tensas. Nati está muy difícil de sobrellevar. 

* intentamos entrenar a Licha funcionó a medias y lo dejamos. Renata está muy casera Y jeri también anda por acá todos los días. Nos encanta vivir con ellos. 

* Me extraje los caninos retenidos, fue menos duro de lo que pensaba

* Fui a ver a La Delio Valdez y a Lila Downs  con Caro, a Sabina con mi hermana y Griselda, a Natali Perez con Amparo y Maru, a Caetano Veloso con Romi y Caro, a Drexler con la titi, a Dolina, a Calamaro y a La Vela con Fede. Leí más de 20 libros, terminamos de ver Modern Family, empezamos The Big Bang Theory. Todavía no terminé This is us. escuché casi todos los episodios de Caja Negra y de La Cruda. 

* Seguí trabajando 3 por 2. Se sumó Nati al equipo, se fue Cinthia. 

* Terminé con las materias de la maestría, me asignaron tutora, no terminé la tesis. 

* Empezamos a armar el cumple de 15 de Ampa. Tuvimos el 15 de Martu y la fiesta de 40 de Paula. 

* Con amparo jugamos a ver quién encontraba la primera patente AG

* Fui autoridad de mesa por primera vez, Milei ganó las elecciones. Hoy se aprobó el mega DNU y se discute la Ley Ómnibus. Todo muy tremendo. 

Mis principales proyectos para el 2024 son los 15 de Amparo y terminar la tesis. 


jueves, 24 de agosto de 2023

Punto de inflexión


Él tenía unos 20 años y el siglo pasado no muchos más. Vivía en uno de los tantos pueblos ventosos y perdidos del sudeste de la provincia de Buenos Aires, cerca de alguna laguna de agua salada. Era el mayor de cinco hermanos, el hijo del juez de paz y el tornero del pueblo. Era el flaco para todos. De ojos verdes que sabía achinar según las circunstancias. Era guapo, simpático y entrador y su fama de buen bailarín traspasaba las fronteras del pueblo. Tenía toda la vida por delante.
A veces el destino se empecina en entrometerse en el camino y eso le pasó a él, tan de repente que tuvo que decidirse rápido. El rumor quizás no se haya corrido tan rápido o se voló pronto con el viento de las pampas llanas y polvorientas. La cosa es que un buen día se le adjudica la paternidad de un embarazo de una chica de un pueblo cercano. Él lo niega, siempre lo negaría, pero las desconfianza de los demás lo empieza a acechar como una sombra. Debe moverse rápido y firme.
El domingo es la carrera de bicicletas del pueblo, el recorrido es largo y convoca a participantes de toda la zona. Se anota y comienza enfurecido a desandar el camino. Allá después de la curva dos de sus hermanas lo esperan con una valijita de cartón marrón. Deja la bicicleta, toma el magro equipaje y se va para el norte de la provincia.
Ese es el momento donde dobla en su vida como la curva, escapa a ese incidente donde el destino quiere amargarle sus noches de farra. 

El flaco pasa el resto de su vida en el norte de Buenos Aires, volverá al pueblo del sur muchas veces de vacaciones, con su esposa e hijos en su Citroën verde. Se instala en la casa de unos parientes lejanos donde había una joven tímida, venida de Italia algunos años atrás que será su esposa. Se gana la vida como gomero mientras allá en las pampas ventosas su hermano continúa con la tornería del padre. 

Siempre siguió con sus sábados de farra, su fama de buen bailarín, sus charlas pausadas por los humores de Baco. Murió pasado los 80 y, ya en la cama del hospital, su hija menor – la única que lo tuteaba - le preguntó por aquel supuesto hijo. Hasta el último día aseguró que ese hijo no era suyo.

Ese hombre era mi abuelo paterno. La historia, una versión posible sobre los hechos. El recuerdo de un relato que me contó mi tía en marzo del 98, viajando de Zaragoza a Barcelona en un auto de alquiler. Mi padre dice que no es cierto y el protagonista hace 30 años que ya no está como para preguntarle. Pero yo elijo creer que es cierta. Y no pienso comprobarla. 

jueves, 6 de julio de 2023

Amparo a sus 14

 cumpleaños de hija, sus 14. un día de lluvia y frío, como el que la trajo a este mundo.

Bella hija de mi corazón. Todavía me pregunto cómo se puede amar tanto y a su vez de a ratos tener ganas de cagarla a pedos o darle un tirón de pelos, que claramente no le doy. Y eso que siento que lo peor de la adolescencia no empezó. 

A sus 14 Amparo terminó primaria, comenzó secundaria. Mismo colegio, mismos compañeros en su mayoría. Ahora son las semanas de los primeros exámenes, con lo cual creo que recién está comenzando el secundario. Tiene su grupo de amigas pequeño y su amiga fiel que tanto deseaba para ella. Su grupo del barrio y también un nuevo grupo del equipo de voley. Valoro enormemente que tenga esos grupos de amigas que entiendo que son la clave de este momento. Para bien y a veces también para mal.

El año pasado la separación con otro grupo de amigas nos atravesó. A ella porque la pasó muy mal. Y a Fede y a mí porque tuvimos que aprender a acompañar desde lejos. A ubicarnos en un rol diferente. Yo digo que somos como el personal de escenario. Estamos siempre atentos a cuando nos llaman, pero fuera de la escena.

Hace poco Lucas Raspall me dijo en una charla que llegar a la adolescencia de los hijos es como que te cambien de posición en el fútbol. Vos venís jugando de 5, más o menos crees que ya le agarraste la mano a la posición, que dominás la pelota, que sabés cómo es el juego y cuando ya te crees que la tenés clara, te das cambian de posición. Estás en la misma cancha, pero te sentís perdido. Creo que es más o menos así. Hay que encontrar nuevas formas de estar atento y disponible. Aun cuando parece que ya no nos necesitan. 

Hoy me preocupa esto de saber acompañar, de que cuente con nosotros siempre, pase lo que pase, de cuidarla de cualquier problema crítico emocional. Me ocupa entender lo que le pasa, sus cambios de humor, su fastidio, su desorden. Acudo a lecturas y a memorias de mi yo adolescente. Trato de estar a la altura de sus gustos provisorios, facilitarle toda interacción social a costa de trasladarla todo el tiempo, darle los medios disponibles para que desarrolle su estilo y a su vez forjando también la libertad de decidir y la responsabilidad de hacerse cargo. 

Deseo para ella fundamentalmente que tenga deseos. Que pueda movilizarse en pos de lo que quiere, que corra a buscar la pelota, que no todo le dé lo mismo. Que se sienta a gusto con ella misma. Que se quiera y que también se sienta querida. 

Qué difícil es abandonar la idea de que podemos ser siempre refugio seguro de nuestros hijos. Sabemos que no es así, que el mundo les va a doler, que la realidad les va a ser daño, que crecer tiene sus golpes. Solo podemos estar a mano para abrazar, facilitar, tratar de entender, pero evitar al 100% es imposible. 

Amparito de mi corazón, qué lindo es abrazarte, aun cuando ya me pases un poquito y ya me abraces vos a mí. Qué lindo es quererte tanto.  

Cosas de nuestro día a día:

- en los viajes diarios, prestamos mucha atención a las patentes y tuvimos competencia a ver quién encontraba la primera AG.

- cuando viajamos solas, nos gusta escuchar podcast, especialmente policiales 

- Sabés muchas letras de canciones en inglés, y eso me da envidia.

- Te encanta ir a voley, no faltas nunca. También a guitarra, aunque nunca tocás en casa. 

- Comenzó a preocuparte tu apariencia, aunque no tanto. Pero te gusta comprobar tu outfit, ocuparte del pelo.

- Te volviste muy futbolera, producto del mundial o de Racing, no sé. Pero tenés mucha data sobre los jugadores, los pases, etc. 

- te gusta mirar una serie con nosotros a la noche: vimos Friends, The Crown (esa me gustaba más a mí) y ahora Modern Family.

- Me prestás bastante atención cuando te cuento de mi trabajo y te gusta ir a la oficina, tanto mía como de papá

- Empezaste a moverte en colectivo sola y a manejar algo de plata. 

- Ya no lees casi nada y eso me cuesta. Espero que encuentres otro Harry Potter alguna vez. 

Lecturas

Florencia Ferramondo's books

Mil soles espléndidos
it was amazing
adoré este libro. Me la pasé hablando de él. Tal es así que se lo hice leer a varias personas. Es el primer libro que leo del autor y también de una historia situada en Afganistán. Triste, conmovedor, durísimo pero hermoso. Trenzando his...

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