Lo vi al flaco una sola vez, en el año 2001 en el Auditorio Fundación, presentando Silver Sorgo. Fui con una amiga y su novio de entonces, fanático evagelizador de la poesía de Spinetta, que tenía discos suyos en Vinilo. Por recomendación suya hice grabar un CD en los tiempos previos a la piratería con algunos de sus temas. Y me enamoré del Capitán Beto y la Bengala Perdida. Luego compré algunos discos suyos, como el de Almendra, un hallazgo en esas ensaladeras gigantes que ponía Musimundo, cuando no vendía lavarropas.
De la vez que lo vi en vivo recuerdo un recital 100% música. Eran tiempos de Demasiado Ego, y Spinetta cultivaba, por el contrario, un perfil bajo, apenas dejaba un mínimo espacio para los aplausos y los gritos de los fans para arremeter con un nuevo tema y ganar el silencio del público. Disfruté mucho de aquel concierto y me enamoré de su música para siempre.
Su enfermedad y luego su muerte me dejó un sabor a injusticia. Admirado músico y también respetado por su coherencia. Un tipo serio, un artista y un laburante, un maestro. Cuántos músicos influenciados por su poesía. Generaciones enteras que pueden asociar un tema del flaco a un momento de su vida. Miles y miles de aficionados descifrando sus acordes en las primeras clases de guitarra. Canciones de fogón y de emblema. Músico popular que deja en la memoria fragmentos y fragmentos que se atropellan en el recuerdo.
Hace un tiempo vi una entrevista a Juan Alberto Badía en el que le preguntaban por la muerte y la fe. El dijo que creía en la gente, que entendía que iba a permanecer vivo en tanto y en cuanto alguien lo recordara. Pienso que el flaco entonces se ha ganado su cuota de inmortalidad; es parte de nuestra vida, de nuestra memoria colectiva, de la profunda admiración de colegas y seguidores, de las huellas que ha dejado en otros artistas.
No he sido fan para el tatuaje y la remera, pero sí escucha admirada de su música. Será siempre parte de mi vida y de mis recuerdos.
Agregado (la memoria tiene sus misterios):
Después que
armé el post me acordé de otros dos recitales: uno en el 2007, Plaza San
Martín, llovizna y un público familiar. Las canciones de Spinetta coreadas por
varias generaciones en el marco de una actividad que organizaba la Secretaría
de Cultura de Santa Fe para recolectar libros para las Bibliotecas Públicas. Y
luego otro, en las escalinatas del Parque España, un público colmando cada
hueco en una noche de verano. Pienso ahora que hay que ver en vivo a los
músicos que uno admira tanto como el bolsillo lo permita.
Que lindo post! yo también tengo tiempo para saber... A diferencia tuya, nunca tuve la posibilidad de verlo en vivo. Si, me acuerdo una versión de Cerati de 'Bajan' en un recital gratuito ahí por Figueroa Alcorta y Pampa, un verano.
ResponderEliminarY si es injusto, si pensamos que El Flaco murió joven, y que Cerati esta atravesando una situación muuuy díficil. Y hay tantos hijos de puta que viven sin problema hasta los 90 años.
Es totalmente injusto.
Bess, Sole
Gracias Sole! es verdad lo que decís, pensamos mucho en Ceratti por acá esos días, otro grande, no?
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