Además quería presentarles a mis alegrías. Son tres: una blanca, otra roja y otra fucsia. Les tengo una paciencia enorme porque ellas son muy susceptibles. Si las regás mucho se pudren, si las abandonaste un par de días con el agua se ponen tristísimas, que no les de mucho el sol pero tampoco mucho el frío. No es fácil tener alegría en el hogar parece. Las quiero a las tres porque las tengo hace mucho y son bien lindas, pero nos peleamos seguidito.
Debí mostrarla antes de que perdieran las flores. No digan nada que seguro que se ofenden |
Bueno y por último va el pimiento amarillo, vistoso y gauchito. Con la mudanza pensé que lo había perdido sin embargo él revivió y siempre está colorido. Hay que tener cuidado de no llevarse la mano a la boca después de tocarlo porque sí que pica...
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