Después de 6 años volvemos a sacar los mapas ya amarillentos
Volvemos a repartir días y lugares
A imaginar tardes de sol, lago y mates
Volvemos siendo tres
¡Qué falta me hacía pensar en unas vacaciones que sean largas, que tengan formas, días, cabañas, averiguaciones, lugares por recorrer, caminos para andar!
Si tengo un lado burgués es ese, el de las vacaciones. Soy hija de padres "viajantes" como dice mi hija, que me concibieron en vacaciones, que no paran de ir de acá para allá, que nos llevaron cada año - en los buenos y en los no tanto - de vacaciones en invierno y en verano. Las clásicas de Villa Carlos Paz y Mar del Plata y otras más aventuradas. Tuvimos vacaciones en casa rodante muchos años, en hoteles con baño compartido y en grandes hoteles sindicales. Pero siempre tuvimos vacaciones.
Mis primeros trabajos fueron para juntar plata para mis viajes con amigas (segunda quincena, costa argentina, días de truco en la playa, noche de boliche). Tuve mis viajes a Brasil con grupos grandes y mis escapadas de fin de semana con grupos improvisados.
Ya en pareja arrastré al entonces novio en vacaciones gasoleras porque un viajecito no se le niega a nadie. Luego tuvimos el primer auto y no le tuvimos piedad: lo metimos por todos lados con la firme convicción de que un Volkswagen Gol puede ser una 4x4 si se lo propone.
En los últimos años la obra (la casa) se llevó todos los ahorros y las vacaciones se limitaron a unas cuantas escapadas a Córdoba, Groupón mediante.
Pero este fin de semana nos sentamos a definir las vacaciones, la vuelta a la Patagonia de los lagos. Y volví a sentir esa adrenalina, esas ganas de ponerme en marcha.
Me encanta buscar alojamientos procurando conseguir lo más económico y habitable que se pueda. Armo la planilla en Excel, empiezo a bombardear a mails hasta armar la terna de los nominados para que él elija el candidato. Y luego los itinerarios, los lugares para recorrer, Ruta 0, las paradas a cargar GNC. Y a armar los bolsos, siempre pequeños porque soy de equipaje austero ante tanto auto pequeño.
Y luego hacer listas con lo que hay que llevar. A preparar empanadas de jamón y queso para el viaje. Elegir la música, seguir los rituales. Este año sumamos el desafío de llevar una criatura de 5 dulces años en un recorrido de 1500 km. Así que ya estamos pensando en estrategias para hacer el viaje llevadero.
Todavía faltan más de dos meses para que salgamos a la ruta pero para mí las vacaciones ya empezaron.
Y ustedes? ya se fueron de vacaciones?