Vivís con alegrías extrema y con tristeza irremediable muchas de las cosas que a mí me parecen corrientes. Pero también sos de gustos simples y determinados. No pedís demasiado y entendés claramente razones y explicaciones.
A la hora de elegir qué comer siempre está para unas pastas. Te gusta cocinar para la merienda y lo hacés muy bien.
En la escuela vas sin problemas y sos fuente de consulta de tus compañeras.
Te encanta sacar fotos al cielo del atardecer, ir a la escuela y a vóley y también las clases de música de Nico.
Te decía ayer que para los 13 te esperan algunos hitos: viaje a Carlos Paz, terminar la primaria, comenzar el secundario. Descubrirás el amor intenso de la adolescencia? Quién sabe… (pero espero saberlo si ocurre!).
Me adapto en estos años a saber que tus espacios son cada vez más tuyos -no solo por el celular- y que ya no existe esa nena pegada a mi codo. Pero estoy ok con eso, disfrute tanto tanto cada parte…. Que me duele menos cuando se termina, diría Silvio. Sin embargo sí espero y deseo que haya una parte, aunque más pequeñita, donde sigamos conectadas, donde haya diálogo y confianza. Que puedas contar conmigo, que no tengas miedo ni vergüenza. Sé que no siempre vamos a estar de acuerdo, que tus gustos van a ser (de hecho lo son) diferentes. Pero de cualquier manera, espero y trabajo para que existan esos lugares donde nuestro vínculo persista.
Lo has hecho siempre todo fácil mi pipichina. Nosotros esperamos haber sido y seguir siendo tu mejor plataforma de despegue.
Te quiero incondicionalmente.