Dicen que enero debe su nombre al dios Jano, divinidad de dos caras debido a su capacidad para abrir y cerrar todo lo que se haya sobre la tierra.
Por
acá enero nos trajo amadas largas tardes de pile y patio y nos trajo
visitas que vienen de tierras lejanas. Nos trajo un lunes de
desobediencia debida que me encontró hasta las 12 del mediodía meta mate
y charla en piyamas con una amiga adorada que hace años vive en Barcelona y un almuerzo donde todas las
voluntades se unieron para que cuatro laburantes pudiéramos tomarnos el
mismo día y compartir una jornada hermosa entre amigas.
Para
muchas personas el ritmo de verano cambia, se detiene. Pero para mí
todo sigue más o menos en la misma escala. Trabajo la misma cantidad de
horas y en el mismo horario y esa es básicamente la medida que regula el
resto de mi agenda.Y si bien fue un mes de muchas sociales puedo decir
que llegué a hacer muchas cosas que tenía postergadas, pequeños logros
domésticos que me enorgullecieron aunque nadie los note.
El
mismo 6 de enero desarmé el arbolito. Y tuve la suficiente habilidad
como para evitar el berrinche de mi hija. Ese mismo día (histórico para
mí) saqué la única y última caja que quedaba de la mudanza, un año y
medio después. Y por primera vez martillé las paredes de mi casa y
colgué dos cuadritos en la pared. Ya saben ustedes que la decoración no
es mi fuerte, así que más que un acto de belleza fue una conquista de mi
propia casa. El sentir que podía hacer lo que quería porque es mía y
sacar esos cuadros va a tener que ver con mis/nuestras ganas y no con el
vencimiento del contrato de alquiler.
Tejido. Y dale con la totora.
Me
copé con la totora!!!! ahora estoy a full con los portamacetas para
regalar y también tejí unas fundas para banquetas que ya están en
tierras catalanas.
El verano pide jardín
Y las suculentas pedían orden. Reorganicé las macetas y transplanté varias de las chicas. Hace
unos meses hicimos una pérgola de madera en el patio, que da buena
sombra así que la delicia del verano es ponerme ahí por las tardes de
sábado a reacomodar macetas
La
huerta, sin embargo está más abandonada. Las plantas y yo sufrimos
mucho el calor. Como para no perder el espacio sigo manteniendo algunas
cosas pero es poco y nada lo que hay. Las últimas semillas de verdura de
hoja que tiré quedaron en pequeños brotes que nunca prosperaron. Así que
tenemos la linda acelga que sigue creciendo tras cada corte, algunos
tomates y una calabaza que salió casi por azar y que está encantada con
el clima tropical porque no para de crecer. Este año la fui enganchando
en el tejido porque ya se sabe que es muy invasiva. Me encanta ver las calabazas colgadas formando una guirnalda. En marzo retomaremos
las actividades huerteras.
Siempre hay una primera vez para todo
Hacía
mucho que tenía en mente probar con el decoupage y varias plantas del
club del gajito pedían ser transplantadas tras demostrar que estaban
dispuestas a crecer y desarrollarse como locas. Así que latas, acrílico y
servilletas y mano a la obra. El trabajito lo hicimos con la peque. Por
ser mi primera vez quedé bastante conforme y nos divertimos mucho haciéndolo.
Y así fuimos, empezando cosas y terminando otras. Abriendo y cerrando. Enero fue un mes largo y generoso. Un buen impulso para poner en marcha todas esas cosas que proyectamos para este veinte quince.
¿Cómo anduvieron ustedes?
PD: para arrancar el mes con el pie derecho hay algunas fotos que fueron sacadas con la cámara y no con el celu!!!! De a poco va queriendo