martes, 3 de julio de 2012

Bajo la mirada atenta de Sigmund


Freud me condena
Soy un mar de dudas y contradicciones.
Una amiga psicóloga me dijo que no me preocupe, que haga lo que haga igual voy a tener la culpa de todo. Desde afuera cada mamá parece tener las certezas de qué hacer con sus hijos y para adentro todas nos morimos de duda y miedo. O al menos yo.
Soy controladora, me gusta tener las certezas en la mano. Que las cosas se hagan como yo quiero. Y tengo una hija de casi tres años. Que quiere hacerlo todo sola y ya tiene sus maneras. No es un bebito. Esta deviniendo una persona con sus intereses, que no siempre coinciden con los míos.
Hay cosas que no puede hacer, que no la dejo, la reto. ¿Por qué no puedo mamá? Porque es peligroso, porque se rompe, porque es para grandes, porque lo digo yo. ¿Por qué lo digo yo? Cuando no puedo responderle ese porque no o porque sí, queda a la luz toda la arbitrariedad de las decisiones. Es el porque yo quiero.
Ayer la reté en serio. Venía haciendo una sucesión de cosas que supuestamente no debía hacer. Me sacó las agujas del tejido que había puesto en un lugar a donde no pensé que llegaría. Ella juega con las agujas de bastón, ok, lo acepto (más allá que odio poner los puntos, pero no viene al caso). Me desbordó que cuando se las pedí diciendo que no eran para jugar, empezó a reírse, a desafiarme, a no querer devolverlas. Y esto se sumó a los otros retos de la tarde. Y entonces viene la marea de las contradicciones a sembrar sus dudas. Es muy chiquita, todavía no entiendo, todo es juego. Si no le pongo límites desde ahora, a los 5 hace conmigo lo que quiere. ¿Cuándo se pasa de la línea del juego a la desobediencia?
En qué se fundamenta la autoridad de los padres? ¿en la mayoría de edad? ¿en el sostén económico? ¿en que son los dueños de la casa? “mientras vivas en esta casa vas a hacer lo que yo diga”, decía mi madre….
Durante el embarazo pensé mucho en esto de que somos controladores, que había que moderarse. Pero a quién le gustan los chicos caprichosos?  
¿Quién te evalúa en esto? ¿Tu madre, la maestra, tus amigos? ¿Tu esposo? Esa última hasta ahora es la evaluación que más cuenta para mí. De repente empezamos a ejercer un nuevo rol, que va mutando en el tiempo a medida que la chiquita crece. Y para mí cuenta saber qué piensa él. Es mi socio en esto, con lo cual me importa que estemos de acuerdo, tener esa mirada, discutir si lo que hacemos está bien.
Vamos ensayando, probando qué funciona. Hasta ahora no hemos tenido mayores problemas.
A veces voy imaginando qué le contará al analista sobre mí. Creo que la maternidad es como el parque de diversiones de los miedosos. Pero, quién acepta a una madre insegura?


6 comentarios:

  1. Hagas lo que hagas siempre va a tener alguna factura para pasarte, es la ley de la vida! Como madre nunca tuve un libreto, mi hijo ya tiene 10 años y lo que trate´fue de no ser contradictoria, ser firme y las cosas se fueron dando. Por suerte es un chiquito respetuoso, cero caprichoso,pero está cada vez más preadolescente y me asusta. Mis amigas siempre me dijeron: no te quejes cuando son chiquitos, esperá que crezca y es verdad!
    beso grande!

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    1. Sí es verdad. Hay que tratar de no ser contradictoria, de no volver locos a los pibes. Mi hermana siempre dice "hijos chicos, problemas chicos. Hijos grandes, problemas grandes". Hasta ahora en la corta etapa que va de 0 a 3 las cosas se fueron poniendo más fáciles con el tiempo, pero supongo que luego te va variando el panorama. En fin.... paso a paso....

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  2. OhhhhH! Siempre que hablo con una amiga sobre su mamá y sobr ela mía. Y nos desquitamos de lo lindo, sabés qué? Le digo "Por dios, que nuestros hijos no hablen de nosotras a´si mañana". Todas estamos expuestas a eso. PEro creo que ya desde el momento que te das la posibilidad de la pregunta, estás a un año luz del acto reflejo, de la arbitrariedad, del autoritarismo. Irás encontrando el camino sobre la marcha, como encontraste cada camino hasta acá. Eso creo. Y no, no temas. No es que si te desobedece hoy es desobedicencia al cubo para mañana. Son etapas, Altibajos, idas y vueltas. Así al menos lo veo en chiquilines que me rodean. Un beso enorme. =)

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    1. Gracías Ceci! ya después me contarás cómo resulta con Bebucín...

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  3. Creo que es el tema que nos hermana como madres. Y la cosa es que cada una va encontrando las respuestas como puede, haciendo camino al andar, no?

    Como verás, no puedo ayudarte nada. Sólo decirte que estoy en la misma.

    Besos

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  4. Mientras la mantengas alejada del programa de Tinelli todo va a estar bien. Y tu hija.. agradecida de por vida!

    Un saludo.

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Cada nuevo comentario que llega me motiva a seguir con este espacio. Gracias por pasar!

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