domingo, 13 de mayo de 2012

Cimientos

Los de la foto somos nosotros tres, el circuito chico de la familia. Esa foto es de la primera vez que tomamos mate en nuestra casa. ¿Ven la cocina ahí atrás? En la foto no se ve bien, pero tiene la mesada que yo pedí. Más allá está el living con el piso de madera que él siempre quiso y allá en el patio el liquidámbar que ya empieza a enrojecer. Sí ese, el que está cerca de la casita con tobogán de la pipi. ¿Mi huerta? No, no sé ve porque la hice al costado de la casa, pero viene bárbara.
Esa es nuestra casa de los sueños constantes y los intentos repetidos. La casa en la que puse amigos en cenas y sobremesas. La casa que puede visitar toda la familia, vengan, que de alguna forma vamos a entrar. La casa para nosotros, para vivir el manso día a día y no dejarle medio sueldo al locador. La soñé en invierno, tejiendo al sol del ventanal y en verano, tomando cerveza en patas o colgada de la hamaca paraguaya. La imaginé de mañana con el rocío, de tarde color naranja y también con todas las estrellas que no vemos en la ciudad. La vi en un barrio despoblado, donde contamos los vecinos con los dedos de la mano y de acá a unos años, con chicos andando en bici por todas partes y el arbolado crecido.

El mismo día que empezamos esta relación él, me invitó a una vida donde había una familia, hijos y una casa con patio. Y ahí empezó todo. Ahí están los cimientos. La tuvimos tanto en mente, en nuestras conversaciones, en los planos y en el maldito autocad del arquitecto, que con esas vistas 3D te hace soñar más, te parece tan real....

En pocas horas estarán allí los albañiles, los palets de ladrillos, el arquitecto y nosotros sacando fotos. De a ratos me parece que va a sonar el despertador y voy a salir de toda esta imagen con un sobresalto, pero no, está ahí, comienza a ser real.

La ansiedad no es poca. Los tiempos serán largos y los recursos más bien justitos. Como todo últimamente está atravesado por el crochet en mi vida... decidí comenzar, paralelamente con la obra, una manta para mi futura casa. Mi primera manta de grannies. Ya veremos quién termina primero, si los albañiles o yo.

5 comentarios:

  1. Qué lindo Flor, qué emocionante esta historia. Me alegra mucho haberte encontrado, a vos y a tu blog, claro.

    Un beso

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  2. Eyyy felicitaciones!!! QUé lindo cómo contaste la historia Flor
    Mucha felicidad para esa familia tan linda que él te propuso y vos aceptaste
    =)
    Un beso enorme
    c.

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  3. Felicitaciones! nada más lindo que el proceso de construir la casa de tus sueños. Por su puesto habrá stress, demoras, peleas pero nada va a ser más lindo que el día que abras la puerta y entres a TU casa. Y espero nos vayas mostrando todo!
    Buena semana!

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  4. Hermoso post Flor! sí, el proceso puede ser desgastante, pero teniendo todos esos sueños como horizonte, se tolera mejor jajaa!
    Te dejé un mimo en Zapallos, un beso!!

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  5. bueno y este post me emociono, verte en foto y todooooo!
    que lindo loco! construir tu casa!!! pero sobretodo tener esos "flor de cimientos" hermosos que son el amor, y la familia!

    te recontra felicito!

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Cada nuevo comentario que llega me motiva a seguir con este espacio. Gracias por pasar!

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