Hay muchas propuestas instragrameras dando vuelta. Algunas
te convocan más que otras. Y en algunos casos particulares te tocan con el dedo
en el hombro y te susurran al oído “ey, esto está pensado para vos”. Y te
olvidás de que es un concurso, porque con el participar ya se te llenó de vida
el alma y un nudo de recuerdos te ata la garganta con la más verde de las
melancolías.
El concurso
Eso fue para mí la convocatoria de #mimobotanico que
realizan las chicas de Compañía Botánica con motivo del día de la mujer.
Supongo que a esta altura todo el mundo sabe de qué hablo porque Instagram se
pobló de mimos verdes. Pero para las que no les resumo: se trata de publicar en
Instagram una foto contando a quién le darías un #mimobotanico, pensando en
aquellas personas que te enseñaron sobre plantas, que te inspiran, que te
cuidan las plantas, etc. Participan todas las fotos que tengan el hashtag
publicadas hasta el 06/03. Luego un jurado compuesto por por Vero Mariani de Alma Singer,
Marina de Sólo para Mí, Cin
de Efecto Bling,
Mari de musgo y Sofía Pachano
Oficial eligen las 5 finalistas y la que más votos tenga se gana el mimo de
compañía botánica (La info completa está acá).
Lo bueno del concurso que el premio no se lo gana uno
directamente, sino la persona a la que uno evoca, eso ya me pareció genial. Una especie de nominación.
Mis mimos botánicos
Cuando vi de qué se trataba me dieron ganas de subir 800
fotos! Pensé en tantas personas, en tantas historias. Porque para mí las
plantas son eso principalmente: la posibilidad de enalzarme con personas, con
historias. Muchas plantas son tentaciones de vivero pero muchas otras son
regalos que me hicieron, gajitos pedidos, gajitos intercambiados. Representan
personas que pasan o han pasado por mi vida y muchas se merecen de sobra un mimo
botánico. Pero tampoco quería copar el concurso. Así que tuve que seleccionar
algunas historias, las más representativas:
1. Maruca
La primera historia de la que
me acordé que enlaza plantas y afectos fue la de la pasionaria que ya conté en el blog. Cualquiera de mis
dos abuelas serían merecedoras de un mimo botánico por su mano verde y sus
jardines simples pero preciosos. Abuelas que no hablaban de compost pero te
hacían tirar yerba y cáscaras a las plantas porque abonaban. Nunca usaron la
palabra reciclar, pero hacían macetas de cuanta lata o frasco anduviera en sus
manos. Estuvieron a la vanguardia de las suculentas y las macetas de cemento
con patitas sin proponérselo nunca. Y también me enseñaron los nombres de
plantas que pasaron de moda pero ya van a volver (zinias, gladiolos, achiras y
muchas más)
Cuando me mude a mi casa el terreno era pura tierra y
escombro. Sin embargo de la nada en el alambrado empezó a crecer una
pasionaria. Mi mamá me dijo que ella tiene una mancha de nacimiento y que mi
abuela siempre decía que era de un antojo de brucuyá, el fruto de la
pasionaria. Por eso creo que esta planta me la mandó de donde sea que esté mi
abuela Maruca, inspiradora desde la infancia de mi amor por las plantas.
2. Pato
Luego elegí como representativa una historia de las tantas
de compañeras de trabajo que han traficado gajitos y plantas para mí. Tengo muchas
plantas de gente que ha trabajado conmigo. Elegí contar la historia de Pato
porque compartimos ese mismo amor por las plantas y porque su generosidad es
inconmensurable.
Hace algunos años yo trabajaba con una científica de lo más copada que
antes de mudarse me regaló esta echevería. Tengo muchas plantas que ella me
regaló, entre ellas un liquidámbar que hizo de semilla y lo cuidó hasta que me
mudé. En temporada me dejaba sobre el escritorio un vaso con jazmines de su
jardín. Sin dudas de ella recibí mucho #mimobotanico y mucho de su saber y su
mano verde.
3. Caro
Y también están las amigas, con las que se comparte tanto, incluso el
amor por las plantas. No hay visita que no incluya una charla sobre las plantas, una recorrida por las macetas. Generalmente cuando alguien viene a mi casa se va con una plantita. Esa es mi manera de decir gracias por la visita. Y me da mucho gusto ver cómo en su jardín las plantas desarrollan una nueva versión de sí mismas.
Mi amiga Caro me enseñó hace años que se decía suculenta y
no "carnosita". Cada vez que me visita elogia las plantas y el césped
y de paso pide algún gajito. Al regalo de cumpleaños le suma un paquete de
semillas de dalias y otro de margaritas. Regala plantas e inspira con un patio
pequeño pero por demás de tentador, donde sus plantas tienen una versión elegante
y bien cuidada, porque ella se dedica concienzudamente a "hacer las
plantas". Sin dudas se merece como nadie un #mimobotanico.
Como copada que es, ella también me dedicó un mimo y además
de nominarme me elogió de tal manera que me hizo llorar.
Más mimos
Me quedarían muchas personas para nominar, por ejemplo todas
aquellas que se coparon el año pasado y se sumaron al #club del gajito, a mis
tías que me fomentan el vicio y me mandan sucursales de sus plantas añejas o a
mi vecina que me trae las semillas de Prohuerta. Al fin y al cabo tengo hasta
el 6 de marzo para contar alguna que otra historia más. Porque sí, porque está
muy bueno recuperar esto de dedicarle un mimo a las personas que más cerca o
más lejos comparten con nosotros lo que más nos gusta, sea lo que sea.
Celebro esta iniciativa de Compañía Botánica con todo mi
corazón verde y espero que se copen por dentro o por fuera del concurso para
decir gracias con un mimo.
Hermoso post. No tengo adjetivos para tu historia de la pasionaria, pero en un segundo me llevaste a la infancia y a mi abuela María, cuya descripción bien podría ser la misma que leí en los primeros párrafos. Besos!
ResponderEliminarQué bueno! es lindo esto de recordar historias en las plantas. Yo tengo una extrañitis crónica de mis abuelos y evocarlos en este tipo de cosas me emociona mucho. Qué bueno que hayamos podido atesorar esos recuerdos. Besos
EliminarHermoso post, ya lo puso Desmesurada...DIVINO!, escribo yo...En verdad me hiciste acordar a la historia de mi nonna María (no se mataban con los nombres en otras épocas! jaja)...hasta el día de hoy me sigue mostrando su patio con sus hermosas plantas, aunque mucho no puede hacer por ellas, siguen siendo su entretenimiento y orgullo...
ResponderEliminarDe ella, de mi mamá y de una amiga me nació el amor por las plantas.
Los gajitos sobrevivieron al verano (y a las vacaciones)...solo una murió de sobre dosis de agua, pero más no les puedo pedir...Estoy re contenta!, tengo todas mis plantitas muy lindas y voy haciendo hijitos!...
Besote.
Qué grande Vero! al final tenías mano verde. Se ve que algo aprendiste del jardín de la nonna.
EliminarLas tuyas están divinísimas. Ayer puse justo en IG una foto de una que vos mediste y que se ve que está contenta con la lluvia.... porque está hermosa. Las tuve que ir transplantando porque se pusieron re grandes!
besos!
Que lindo post!!!! No había visto la propuesta en IG, pero hubiera hecho asi exacto lo mismo que hiciste vos: escribir, recordar, agradecer! Cada planta en casa tiene su historia, viene de un jardin amigo, fue regalo, intercambio, encuentro! Ojalá algún día un pedacito de mi jardín pueda crecer en el tuyo! te mando un beso!!!
ResponderEliminarYo sé que en algún momento lo vamos a lograr. Vía correo o planta en mano ya haremos intercambio. Yo le tengo el ojo puesto a algunas plantitas tuyas. Beso!
EliminarQue preciosura de blog! <3
ResponderEliminarMe encanta pasearme por tus posts verdes!
Gracias
Nadita, una amadora de plantas =)
Muchas gracias!
EliminarQué lindo post!!! Quiero tener un jardín como el tuyo, con tanta historia en cada plantita
ResponderEliminarYa te dije que me copa tu energía, tantos frentes q abrís!!! Ahora me copa tu corazón verde!!!
ResponderEliminarCómo te llamás en instagram?
Abrazo!
Muchas gracias!!!! en Instagram soy florferramondo
Eliminarvos?
Qué lindo Flor!!! A mi me pasó lo mismo, lo más lindo es que el premio se lo gana la persona que te inspira. A vos te tendríamos que haber nominado varias!!! Qué lindas están tus plantas.
ResponderEliminarBeso enorme,
M.