Extraño a los amigos, así en genérico, sin ser inclusiva, pero incluyendo a todos y a todas. Todos juntos, por separado, en pequeños grupos. Incluso en un mano a mano.
Extraño la charla sin apuro, las sobremesas exageradamente largas, los reencuentros, los tópicos que muchas veces se repiten con amistades de años y saber del día a día de la gente que quiero, aunque ahora cada reencuentro merece dos años de actualización.
El encuentro con el otro con el que se elige compartir ciertos tramos de la vida te da perspectiva, te ayuda a mirarte de lejos. Te confronta y te permite ser para otros.
Es un poco el fucking bicho este del orto, otro poco la edad, otro tanto vivir lejos, pero estos días me encuentran extrañando esos lugares donde hay contención, abrazos, recuerdos compartidos, y un dar sin esperar demasiado a cambio
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