viernes, 26 de septiembre de 2014

Feedly. La mejor herramienta que encontré para seguir Blogs


Hacía ya dos años que venía acopiando, clasificando y señalando entradas y, si bien pude exportar los archivos para seguir siguiendo blogs en Bloglovin, nada fue igual desde entonces.
Probé varias alternativas para mantenerme al tanto de las novedades de mis blogs favoritos (que son muchos) pero ninguna me terminaba de convencer: Bloglovin no te muestra en el mail las notas completas, tenés que ir de blog en blog, demora mucho y no me sirve para leer desde el móvil. Bloglines me resultó muy poco amigable y lo dejé enseguida. Después está Blogger, pero dos por tres se empaca y me dice que no sigo a ningún blog (habrase visto, diría mi abuela….)
Pero siempre hay una aplicación que te salva la vida. Mis 3 íconos verdes que me hacen la vida más fácil son Spotify, Evernote y ahora agregamos FEEDLY.


Funciona así: entrás en www.feedly.com, creas tu cuenta y luego podés ir agregando las páginas que seguís y te va actualizando a medida que se actualizan tus blogs favoritos. Lo que aporta que no encontré en otros es que además de poder clasificar los blogs por tema, te permite agregar etiquetas a las entradas. Así podés tener en carpetas  categorizadas las aquellas entradas que querés guardar, por ejemplo las recetas, en mi caso.
A medida que vas agregando nuevos blogs (o “feeds”) podés ir clasificándolos por categorías para poder ordenar la lectura.
El entorno es super amigable: te muestra primero un resumen y luego accedes desde ahí mismo a la entrada completa (en la mayoría de los casos, depende de la configuración del blog). Si preferís al final tenés el acceso para ver el sitio (por ejemplo para comentar).

Si además querés pagar, se integra con otras herramientas, como por ejemplo Evernote o Dropbox. Yo uso la versión gratuita y además me bajé las app para Android y para el IPAD y hasta ahora no necesito más que eso.
Incluye además la posibilidad de compartir tus lecturas a Facebook o Twitter directamente desde la misma herramienta como también para mandarlo por mail.
Y también tiene sugerencias de blogs que Feedly entiende que te pueden gustar en función de lo que estás leyendo y sitios ordenados por categoría por si todavía no encontraste qué leer en el Internet. Si bien yo lo uso para los Blogs, se puede agregar contenido web de cualquier tipo.

¿Lo conocían? ¿Qué les parece?             



martes, 9 de septiembre de 2014

Bienvenidos mis 38

El 38 es un número que siempre me gustó y al que encontré en varios tramos de la vida: es uno de mis 6 números en el Quini (posta), calzo 38, uso pantalón talle 38, mi primer número de teléfono terminaba en 38 y el domicilio de mi actual casa también. Es decir: 38, no me podés fallar.
Hace un tiempo atrás Maira Gall publicó en su blog una lista de 29 cosas para hacer antes de cumplir los 29. 
Yo empecé entonces a hacer mi lista, sumando diez propósitos, pero no los pude terminar por más que los hice bien sencillos. Así que más bien vamos a un resumen de lo que espero de mis 38:

  • Aprender -seguir aprendiendo- de una buena vez a disfrutar de lo que tengo, de lo que pasa aquí y ahora que está re bueno y de la familia que tengo. Vivir, amar y aprender, como decía aquel libro tan adol de Buscaglia.

  • Hacer -seguir haciendo- de lo que ya sé algo (crochet, huerta, cocina) y probar nuevas cosas a las que le tengo ganas desde hace mucho (macetas de cemento, amigurrumis, origami)

  • Cuidar este cuerpo que me trajo hasta acá, mantenerlo en su peso, alimentarlo e hidratarlo mejor y ejercitarlo aunque sea dos veces por semana.

  • Orientar mi vida laboral hacia un ámbito que me permita desarrollarme mejor, o al menos disfrutar lo que hago. Intentarlo una y otra vez.

  • Leer: porque lo disfruto mucho, porque afloja mis tensiones mentales y porque a veces me olvido de hacerlo. Y escribir: porque este espacio me encanta. Y sobre todo porque escribiendo y mostrando me encuentro con gente y leyendo y viendo entablamos relaciones en base a lo que tenemos en común. Es decir, somos parte de una comunidad de la que me encanta participar.

  • Fotografiar. Capturar en instantáneas estos años, estos días. Sus movimientos, sus pequeñas cosas que van haciendo las grandes nostalgias que descongelarán algún futuro, como dice Benedetti.

  • Poder para de vez en cuando la motoneta y disfrutar de todo lo que he logrado, de las personas que tanto quiero y procurar sentirme en paz con mi bienestar.


Gracias por los comentarios en la entrada de ayer. Me hace muy feliz esta compañía.



lunes, 8 de septiembre de 2014

37 (¿es fiebre?)


Último día en el que puedo decir “tengo 37”. Van quedando tantos días por detrás como los que calculo que puedo tener por delante [ya sé que nadie tiene la vida comprada, pero dejenmé calcular….]. Y eso de pensar que ya estoy doblando la curva me pesa tanto…
Ayer me puse a pensar qué trajeron los 37
  • Por empezar uno de los cumpleaños más lúgubres de mi vida: recién mudada, sin festejo, sin Internet ni Smartphone, así que ni siquiera me llegaron los saludos virtuales. No soy de grandes festejos pero conservo en parte ese sentir infantil y me gusta que el día de mi cumple tenga algo en especial. El año pasado no pudo ser y no me gustó nada. Aunque en ese momento me hice la canchera, tengo que reconocerlo: me gusta sentirme festejada.
  • Y así, prácticamente a la par que mis 37, inauguré mi casa y una nueva vida. Porque mudarse no fue solo cambiar de domicilio postal sino cambiar rutinas, formas, relaciones. Intenso, súper intenso y totalmente disfrutable. Hoy por hoy siento mucho más marcado el corte con lo que empieza al llegar a casa: la vida de entrecasa es algo totalmente diferente, palpable y los fines de semana son como migrar de planeta.
  • Tuve que dar una serie de charlas por un curso del ámbito laboral y descubrí que me gusta enseñar.  Me gusta tener una parcela pequeña y segura de saber y poder compartirla desde ese lugar.
  • Armé mi huerta y así supe que está recontrabueno sentir a esta edad esa sed por experimentar, por aprender haciendo, por descubrir con los ojos y el tacto. Lo que me maravilla en mi hija pequeña me pasó a mí y me encantó.
  • Pasé por la peor crisis de pareja de nuestra historia y la pasé muy pero muy mal. Descubrí entre mis pocas certezas que definitivamente mi vida es ahí con ellos y que sin eso todo lo demás pierde sentido. Y fue tan patente, tan en piel y sangre que me impresionó. Y allí dejo sus marcas y cicatrices para recordarme cada día dónde reside lo que más importa.
  • Empecé una terapia floral y me inyectaron hierro en la sangre. Al mismo tiempo puse voluntad para vencer a la apatía y tener ganas para las ganas. Ponerme en acción. Desactivar mis frenos de mano.
  • Descubrí que hacer con las manos me da mucha satisfacción: sea tejer, sembrar, cocinar o pintar es ahí donde encuentro un espacio para sentirme a gusto conmigo misma. Y ese hacer viene y va de la mano con este espacio, con inspirarme, con compartir, con intercambiar y encontrar personas que acompañan y comparten este hacer.   
  • A mis 37 apunté mis cañones a mejorar mi desarrollo laboral, y [todavía] no lo logré. Sé que tengo un trabajo que en lo tangible me habilita un montón de cosas como un horario que medianamente me sirve y un ingreso que me permite abordar económicamente la vida que llevo. Pero me falta encontrar un espacio donde pueda apasionarme por lo que hago. Y esa búsqueda persiste, tiene que persistir. No quiero desesperarme, pero tampoco conformarme.
  • También a mis 37 tuve un atraso más que significativo y lo que luego terminó siendo solo un desarreglo hormonal, me sirvió para darme cuenta que el deseo de ser madre de nuevo era ampliamente superado por las escasas posibilidades físicas y temporales que tengo de criar otro hijo. Hasta no llegar a esa situación no me di cuenta cabal de que en verdad solo digo que quiero tener otro hijo porque sé que no voy a tenerlo. Pero cuando realmente se me llenó el culo de preguntas esperando el resultado de un test de embarazo, supe que el miedo era enorme y que no estoy preparada para agrandar la familia.
Sé que este repaso es tan personal que ni siquiera debería publicarlo, pero quiero que quede en algún lado, y este es mi espacio más autobiográfico, así que me permito estas confidencias. Años atrás yo escribía una carta para mí misma, para abrir 5 años después. Con las mudanzas, la cantidad de papeles amontonados y mi desorden sistemático, hoy por hoy no sé dónde quedaron esas notas.
En estos 37 varias cosas me atravesaron el cuerpo y el alma para despabilarme, abrirme los ojos, sacudirme, intentar hacerme reaccionar. Vienen mañana mis 38 para darme una renovada oportunidad de ajustar mi andar por este camino.
Gracias por dejarme compartir


jueves, 4 de septiembre de 2014

#HastaSiempreCerati

En pocos minutos vi tantas frases, tantos fragmentos de canciones, fotos, tapas de discos. Varias generaciones penando, sobre toda la nuestra. 
Todavía y pese a todo creemos en los milagros y en algún lugar abrigamos la esperanza de volverlo a ver en un escenario. Hoy sabemos con certeza que nos quedan sus canciones, su enorme talento y las marcas que su música dejaron en nuestros recuerdos: para mí será nuestro primer recital juntos, ese River lleno en noviembre del 2007 al que dudamos tanto en ir y que disfrutamos tanto. Aparecieron caras de amigos, momentos en casa (porque a él le gusta muchísimo) y me vino un peso profundo en el pecho, unas ganas grandes de llorar y contenidas por toda la impotencia de oficina. 
Ahí fui entonces a  Spotify, a buscar el remanso de su música, que se quedará por siempre con nosotros y seguramente será la banda de sonido de muchos más días de vida.  En ese sonido siempre será hoy. Con esas letras pondremos palabras a nuestros sentires y corearemos algún momento.

Ojalá todos tuviéramos tal talento para pasar por el mundo y dejarlo más lindo que cuando lo encontramos. Será hasta siempre, ya sos parte de todos.

martes, 2 de septiembre de 2014

León



www.elcastigodeadanyeva.blogspot.com

Era fines de noviembre del 2008 y estábamos en la oficina que luego siempre sería la de “calle Moreno”. Ella vino un día y me dijo que me notaba más pechugona. Fue así como se enteró anticipadamente de que Amparo estaba en camino.
La oficina tenía dos compartimientos de durlok que daban al oeste. Yo estaba a cargo de la comunicación institucional en el que daba para el norte, y ella en el sur se ocupaba de los temas contables. Compartió el día a día de mi embarazo, sintiendo patadas y hablándole a quien entonces llamábamos Rodolfo, y solo en febrero supimos que era Amparo.
Por aquellos años mechábamos trabajo con confidencias, recomendaciones de música y médicos, almuerzos en el tupper y de a poco nos hicimos amigas. Cuando volví de mi licencia ella tenía una foto de mi hija bostezando como fondo de pantalla.
Esa persona increíble que el trabajo me dio la dicha de conocer de a poco fue armando un plan con el que dejó atrás una carrera que nunca terminó de elegir y cambió de país. Se fue a España durante dos años y luego al sur de Francia. El año pasado vino de visitas y volvimos a las charlas, a recordar lo lindo que es tener su compañía.
Regresó a Europa para darle una oportunidad al amor: un amor joven, guapo y francés a quien había conocido en Machu Pichu, cuando todavía estábamos en la oficina de calle Moreno. Una historia de película. Una apuesta fuerte.
Unos meses después, yo estaba en la oficina en la que trabajo ahora, con compañías que muchas veces me hacen añorar aquellas otras, y las líneas de Whatsapp se me amontonaban más rápido que lo que me daba la lectura y la emoción. Allí supe que de su embarazo casi al mismo tiempo que ella.
Durante todos estos meses de mi invierno rosarino y su verano en el norte de Francia, compartí a la distancia su embarazo, teclado mediante. A mi modo quise agradecerle con 5 años de delay toda aquella compañía, ese día a día. Las tecnologías te hacen sentir tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.
El sábado a la mañana lloré de emoción sentada en la cama al ver las fotos de León recién nacido, tan parecido a ella, tan guapo. Al mismo tiempo me atravesó la impotencia que sentí por no poder alzarlo, olerlo, sentirlo. Pero más todavía por no poder abrazarla a ella y decirle que se merece nada más que lo mejor.

jueves, 21 de agosto de 2014

No todo es Violetta o el Sapo Peppe - Parte II

Seguimos armando nuestra cajita musical para amenizar nuestros viajes de regreso a casa. Sí señora qué le vamos a hacer mi auto reproduce CD.... no conoce el USB.....
Escuchar música con mi hija y cantar las canciones que vamos aprendiendo es algo que disfruto mucho de la maternidad y entiendo que no vamos a compartir por mucho tiempo.... Por ahora trato de buscarle algunos trabajos que resulten gratos a los oídos de las dos y además en casa escuchamos la música que escuchábamos antes y con las que también se va familiarizando: regaee, pop, rock nacional, etc. Por suerte tenemos en casa a quien se ocupa de musicalizarnos las tardes y los fines de semana.
Por ahora la niña no nos impone sus propios gustos, así que procuramos sembrarle algo de nuestra preferencia, especialmente que conozca la variedad.... ya veremos luego ella qué elige. Así vamos trattando de construir recuerdos, para ella y para mí, mitigando esta vuelta de 20 km que nos separan de casa. 

Siguiendo con Entremúsicas y las recomendaciones que me dejaron en el post anterior, fuimos por los siguientes discos:

1. Los Animales de María Elena, del grupo cordobés La Carreta: un CD con muchos clásicos y en nuevas versiones. Una preciosísima fusión de distintos ritmos con los disparates de la Walsh. Preciosas todas. Además el CD vino con unas tarjetas donde podés jugar a armar animales nuevos. Incluso podés poner la cabeza de Manuelita y las piernas de la propia María Elena. También tiene un track interactivo para la PC.


CARACACHUMBA / FALTABA MAS
2. Faltaba más - Caracachumba. Me lo recomendó Irene, amiga de la casa. Los ritmos son muy lindos, incluye candombes, milongas, boleros y murgas. Nos costó un poco familiarizarnos con su ritmo rioplatense, pero finalmente se nos pegaron varias letras A mí me encanta una que se llama Vestido Lila.
Creo que es un CD de esos que podemos disfrutar grandes y chicos.




 
3. En Guarandinga por toda Cuba - Dúo Karma. Llegué a este grupo por una recomendación que me dejaron en la entrada anterior. Ritmos caribeños, historias de la colonia, recetas y más. Un lindo recorrido para conocer otros ritmos y para ir bailando en el auto.
Es imposible que no se te pegue el primer tema....  Pasen y vean




4. Volví a Magdalena Fleitas, porque me había gustado tantísimo el disco que compré en el pedido anterior. Esta vez fui por Barrilletes de Canciones. Me encantó y la peque también. Participan Fito Paez, Palo Pandolfo (con su Sapo Sapo que bailaba yo en mis épocas de salidas estudiantiles) Kevin Johansen y su Hoy no es Sábado y también Iván Noble. Tiene un Huaino del invierno que es precioso y sin querer va metiendo a los chicos en el folklore, el rock y ritmos latinos.

Tengo un par más para recomendarles, pero los dejo para la próxima.

viernes, 15 de agosto de 2014

Plasmando momentos

El tiempo vuela y a veces es imposible atraparlo con hechos, con marcas. Trato de repasar un poco qué estuve haciendo el último tiempo. Como fue que día tras día se van pasando como si nada. O es que hay algo? ¿Qué fuimos aprendiendo? ¿Qué cambiamos? ¿Qué logramos?
Los fines de semana en casa siento que esa sucesión interminable de horas está bajo control. Voy definiendo qué hacer con el tiempo, o mejor, que no voy a hacer. Me siento con la capacidad de planificar, de controlar. Y luego arranca el lunes, y es poner primera y no poder para ni a pensar en qué estamos haciendo y cómo. Es hacer malabares, sincronizar, encajar las piezas del puzzle para lograr que el día avance con sus rutinas y sus obligaciones. Pero no hay tiempo ni siquiera para pensarlo, es un constante ir, un acelerado devenir. 

Y entonces me puse a repasar las fotos del celu, a ver qué había hecho, qué habia quedado atrapado de todo esto que ya pasó. Dice Roland Barthes: "La fotografía como rito profano de la muerte en sustitución de lo religioso, plasma un momento que sabemos que nunca se repetirá - en realidad el acto de fotografiar es como una pequeña muerte". 

Acá van algunos de mis momentos irrepetibles, y las cosas que hicimos más allá de las rutinas

Tejí dos cuellitos para regalar. Uno fue para el día del amigo, y este otro a pedido. Las flores tiene ganchos como para poner y sacar a gusto, o para combinar distintos colores



www.elcastigodeadanyeva.blogspot.comEstuve probando hacer pan casero porque el invierno pide tostadas con dulce como loco. Por ahora hago con la premezcla de Pureza y algunos agregados pero quiero hacer pan casero de verdad. 
www.elcastigodeadanyeva.blogspot.com

 Empecé con el tráfico de gajos para el intercambio. Ya di el primer paso y de a poco espero ir avanzando con todos los contactos. Eso me tuvo muy entretenida y motivada!


www.elcastigodeadanyeva.blogspot.com

www.elcastigodeadanyeva.blogspot.com

Para el día del niño hicimos las galletitas de solo para mí. No conseguimos ni osito ni Sapo Pepe como decía la original, pero a cambio conseguimos una bolsa con 20 moldes plásticos diferentes que usamos con la chiquita para hacer guitarras, botas, estrellitas, barcos, coronas, y hasta pinitos! Las galles son muy ricas. 
www.elcastigodeadanyeva.blogspot.com


También en estos días renovamos algunas cosas de la huerta, pero de eso no hay fotos! 
Ahora tenemos el finde largo por delante. Me gustaría probar fabricar macetas de cemento... pero no compré nada todavía para hacerlas. Tanta planta dando vuelta está invadiendo la casa y formándose ya en caos y desprolijidad. 
Por lo pronto quiero descansar en familia y amigos y disfrutar - que a veces me cuesta tanto - del dolce far niente. Quizás aprovechar el tiempo sea solo eso, sacarle la lengua, hacerle leruleru y tirarse a mirar el techo. No?
Qué se proponen para este finde? 
Que lo pasen muy bien

Lecturas

Florencia Ferramondo's books

Mil soles espléndidos
it was amazing
adoré este libro. Me la pasé hablando de él. Tal es así que se lo hice leer a varias personas. Es el primer libro que leo del autor y también de una historia situada en Afganistán. Triste, conmovedor, durísimo pero hermoso. Trenzando his...

goodreads.com